NICARAGUA, 1959 - 1960

Homenaje al Frente Revolucionario Sandino, movimiento armado antisomocista.



Sobre la tierra de Dario y de Sandino sigue lloviendo sangre de heroes (Vicente Mejia Colindres)


Cesar Augusto Sandino y sus compañeros iniciaron el desfile de los martires caidos, en la gesta libertaria nicaraguense.

Les han seguido millares que, como aquellos, se doblaron bajo el golpe artero de Anastacio Somoza y de sus hijos.


Esa Dinastia ha sido fecunda en infamias.


Y ahora las victimas son jovenes universitarios, representantes de una generacion convertida en pensamiento; vuelo de aguilas sobre enhiestas cimas, que abatio una guardia pretoriana al servicio del crimen.


Entre aquellos muchachos que llevaban el alma colmada de ideales, que constituian hermosa promesa para la patria de mañana, que ampararon en su retirada al grupo revolucionario a que pertenecian, contemplando serenamente la sombra tragica de la muerte que se acercaba, estaban cuatro hondureños. Sus nombres, los de Tomas Palacios Mejia, Hector Zelaya Alger, Mario Gamero y Jose Matey Melgar los recogera la historia, no en una pagina de aventura, sino en la de una jornada sublime: se batieron por la libertad de un pueblo hermano del nuestro, de un pueblo que sufre la opresion inmisericorde de una banda de facinerosos, que lo ha convertido en feudo; de la dinastia que cubre de oprobio el mapa politico de America.


Alla fueron, como los soñadores de la Gironda en la revolucion de Francia, como Francisco Morazan a un pedazo de la Patria Grande, cayendo de cara al sol. Me imagino que cuando esos universitarios se doblaban, besados por la muerte, de su boca emergia un canto cuajado de notas epicas como las del himno inmortal de Marsella.


Dios, que es todo Justicia, los recibira como El recibe a los martires, bendiciendoles.


Cuando vine en conocimiento de que, entre aquellos universitarios muertos figuraba un pariente mio, muy cercano, contemple a traves de las lagrimas que nublaban mis ojos, una luz gloriosa.


Y senti orgullo porque un pedazo de mi carne habia sido ofrendado en tan noble lid: El sacrificio de aquellos muchachos han ennoblecido el nombre de la patria y, tambien, el de su propia familia.


!Tomas Palacios Mejia, el porvenir, que llegara muy pronto, dejara sobre tus restos y el de tus compañeros, un monumento de gloria!


! Duerme Tranquilo !



Vicente Mejia Colindres, Marzo 1960